Cada vez es más común buscar otras vías de financiación para las empresas y los autónomos que no sean las clásicas entidades financieras. Esta situación ha surgido durante los últimos años, a raíz de la dificultad que encuentran las nuevas empresas y autónomos para lograr financiación de sus proyectos. Aunque en la actualidad parece que los bancos vuelven a ser algo más generosos en lo que respecta a la concesión de liquidez para estas nuevas iniciativas empresariales y de negocio, se han abierto y cada vez más, nuevas opciones de financiación para empresas y autónomos. Conozcamos algunas de las más importantes. Puede que se trate de la solución que estabas buscando para potenciar tu nueva iniciativa empresarial.

Préstamos participativos

En este tipo de préstamos el prestamista que realiza al inversión adquiere, además, una parte extra del riesgo. El resultado es que podrás contar con un prestamista que te ofrezca intereses más bajos que los que puede ofertar una entidad bancaria, pero, a cambio, querrá una participación en los beneficios de la empresa. Todo este tipo de préstamos participativos contempla una serie de características comunes:

Este tipo de préstamos puede ser concedido tanto por entidades públicas como por entidades privadas

Los intereses pagados por este tipo de préstamos participativos pueden deducirse de la base imponible del impuesto de sociedades.

Si quieres solicitar un préstamo participativo es necesario que seas una PYME, que presentes un modelo de negocio con un plan de viabilidad y que cuentes con un balance de negocio saneado. Si perteneces al sector financiero o inmobiliario no podrás solicitar un préstamo participativo puesto que se trata de sectores con una naturaleza especulativa.

Sociedades de garantía recíproca o SGR

Si no sabes qué es una SGR, te lo explicamos. Se trata de un tipo de entidad financiera cuyo principal objetivo consiste, precisamente, en ofrecer liquidez a pequeñas y medianas empresas (PYMES) para, de estas maneras, mejorar sus condiciones de financiación a través de la prestación de avales ante cajas de ahorros, bancos, Administraciones públicas, clientes, proveedores, etcétera. Para que nos entendamos, se trata de compañías que avalan a sus socios cuando estos solicitan un préstamo o crédito. Además, las SGR también pueden desempeñar funciones de asesoramiento económico para sus socios. Los tipos de socios se pueden dividir en dos según el papel que asuman. Puede tratarse de socios partícipes, que serán aquellas PYMES que desean acceder a los servicios que proporcionan estas sociedades; o pueden ser socios protectores, cuando se trata de empresas o particulares que aportan capital social y financian el fondo de garantía.

Si quieres convertirte en uno de los socios de una SGR y obtener financiación para empresas:

  • Deberás de pagar una cuota social concreta que sólo podrás recuperar tras el plazo que hayáis establecido.
  • Presentar la documentación necesaria que acredite a qué vas a destinar el capital que has solicitado a la SGR, además de la información que la misma te solicite para poder realizar el análisis de riesgo sobre la operación.

Préstamos ICO

Se trata de los préstamos concedidos por el Instituto de Crédito Oficial. Cada año, el ICO publica en su página web las distintas modalidades de préstamo a la que pueden acogerse los autónomos o PYMES. Las ventajas de acogerse a este tipo de préstamos de cara a la financiación para empresas son:

  • Unos plazos de amortización más dilatados que los que concede el sector bancario actual.
  • Unos tipos de interés más reducidos que los de las entidades financieras.

Si estás interesado en solicitar un préstamo ICO puedes hacerlo a través de su web o bien en las entidades financieras adscritas a este tipo de préstamos.