Una vez más España incumplirá el déficit en 2017. A pesar de que la Comisión ve con buenos ojos las medidas presentadas por el Gobierno para luchar contra el déficit, no se descarta que sea necesario aplicar medidas adicionales para conseguir ajustar algo más los números.

EL déficit en 2017

Aunque el presupuesto español de 2017 ha sido aprobado, ya que cumple en líneas generales con los requisitos que solicita la Comisión Europea, Bruselas cree que a pesar de las subidas de impuestos que ha acometido el Gobierno para cubrir objetivos, España incumplirá el déficit en 2017. De hecho, según los cálculos realizados por Bruselas, se prevé que nuestro país cerrará el año con un déficit público este año de un 3.3 %. En cifras hablamos de 2100 millones de euros de más y dos décimas por encima del objetivo a cumplir.

Esto significa que por sexto año consecutivo el Gobierno de Rajoy incumpliría con los objetivos de déficit impuestos. Además, la Comisión Europea prevé que este incumplimiento se extenderá por lo menos otros dos años más. Ya se calcula que para 2018 el déficit de nuestro país se colocará en un 2.8 % del PIB, seis décimas por encima del déficit pactado de un 2.2 % para el próximo año.

Bruselas ya está avisando que en caso de que España incumpliera el déficit público en 2017 deberá estar preparada para tomar medidas alternativas con las que regularlo. En general esto significará o nuevos recortes o nuevos impuestos con los que conseguir que las cuentas cuadren de una vez por todas.

A pesar de esta visión tan poco halagadora de la situación fiscal de nuestro país de cara a 2017, el Gobiernos es optimista y prevé un crecimiento del 2.5 % en 2017. Este crecimiento sería precisamente lo que se necesitaría para cubrir los objetivos fiscales de la Comisión Europea. Sin embargo las cuentas del FMI y de Bruselas con menos halagadoras. En ambos casos los dos coinciden en que el alza en 2017 del PIB será aproximadamente de un 2.3 %. Dos décimas de diferencia frente a la visión de Rajoy y el Gobierno.

A pesar de que Rajoy prometió una bajada de impuestos en su campaña electoral, está claro que los primeros presupuestos que ha presentado durante su segundo mandato hablan de todo lo contrario. Según Rajoy estas medidas han tenido que llevarse a cabo porque España debía de hacer un esfuerzo fiscal ingente para poder cumplir con lo pactado con la Comisión Europea. Entre los ajustes que ha realizado el Gobierno para poder acercarse a lo acordado, sin duda los más llamativos y de mayor poder recaudatorio son los siguientes:

  • Un claro endurecimiento del impuesto de sociedades. En este apartado los ajustes más sonados son la limitación en las ventajas fiscales, el establecimiento de nuevos límites sobre la doble imposición internacional. Y por último el hecho de que ya no será posible deducir las pérdidas de participaciones en entidades residentes y no residentes.
  • Subidas fiscales en diferentes productos, como las bebidas alcohólicas (de las que quedan exentas la cerveza y el vino), las bebidas azucaradas y el tabaco.
  • Subida de los impuestos medioambientales. Y, en caso de ser necesarias nuevas medidas, ya se habla de una subida en el impuesto de los carburantes.