Que España no puede mantener a día de hoy el sistema de pensiones es un hecho. Y no es de extrañar si pensamos que cada vez hay menos trabajadores capaces de sustentar con su sueldo el sistema de pensiones, y, en general la Seguridad Social. El reducido número de contratos indefinidos, unido a los sueldos cada vez más bajos, la apabullante temporalidad de los empleos y las pocas horas por las que se contratan a la gente son los principales problemas. Mantener un sistema de pensiones como el español sin trabajadores es imposible. No obstante, los expertos ofrecen ciertas soluciones para evitar tener que solicitar una y otra vez dinero a Bruselas.
Mejorar la productividad de nuestro país
Aunque durante mucho tiempo se ha querido echar la culpa del mal funcionamiento del sistema de pensiones a la demografía española (poco cambio generacional, una mayor esperanza de vida, cada vez más jubilados y menos trabajadores), lo cierto es que la productividad es uno de los grandes problemas de este sistema. De hecho, según explican los expertos, la productividad media de la economía de nuestro país lleva sin crecer desde hace veinte años. Este crecimiento inexistente afecta directamente a los sueldos de los españoles, a la renta que tiene el país y, por tanto, a los ingresos que se repercuten a la Seguridad Social.
Según los expertos mejorar la productividad a través de la regulación, la buena gestión y la educación es un requisito imprescindible para sustentar el sistema de pensiones de nuestro país.
Según Rafael Domenech, economista jefe de economías desarrolladas del BBVA Research no se puede mantener un estado de bienestar si no hay un crecimiento de las ganancias. Y esto solo se obtiene con una mejora de la productividad.
Aumentar la transparencia en la gestión de las cuentas de cara al usuario final
Según Rafael Domenech, en un futuro contaremos con, aproximadamente, unos 15 millones de jubilados. Para poder mantener el sistema de pensiones actual con esta cantidad tal alta de jubilados sería necesario contar con un mínimo de 27 millones de cotizantes. Es decir, más del 50 % de los que tiene actualmente España.
Si no se estimula la productividad a un ritmo alto, es imposible que el empleo crezca hasta estas cantidades. Como a día de hoy no se sabe si realmente se va a poder estimular al ritmo que se precisa, la propuesta de Domenech es crear un sistema de cuentas nocionales. ¿Qué significa esto? Que cada cotizante sepa en cada momento qué porcentaje de la renta futura le corresponderá. De esta manera, además de permitir que cada trabajador tome una conciencia real de lo que cotizará en un futuro, se obtiene una mayor transparencia. Una forma de concienciar sobre los derechos y los deberes a cada trabajador.
La educación financiera en el actual sistema de pensiones
Sin duda uno de los principales problemas con los que se encuentran los expertos a la hora de explicar los datos relativos al sistema de pensiones, es el desconocimiento. La población española adolece de un gran desconocimiento en cuanto a economía financiera se refiere. La sociedad, en general, tiene pocos conocimientos sobre el sistema de pensiones y sobre economía financiera en general. Por este motivo los expertos no paran de aconsejar a los políticos que mejoren la educación financiera de los jóvenes. Esta mejora en la educación financiera tendría que contemplar muchos conceptos. Desde el sistema de ahorro hasta ser conscientes de la situación económica tan grave a la que se enfrenta España en estos momentos.
Ahorrar, ahorrar y ahorrar
El futuro de las pensiones es verdaderamente preocupante en España. Según un estudio elaborado por Natixis en distintos países, España se sitúa en uno de los peores puestos en lo que se refiere al futuro de las pensiones. Actualmente se ubica en el puesto 37 de 43 países analizados y va perdiendo posiciones año tras año. Las soluciones que utilizan otros países mejor posicionados en el ránking es el ahorro privado. Es importante que la educación financiera conciencie a los españoles de la necesidad del ahorro para su futura jubilación. Parte de su capital debería de utilizarse en pensiones privadas, fondos o ahorro financiero.