Que se trate de un cliente, un proveedor o un socio: antes de iniciar cualquier nueva relación comercial, y especialmente cuando se trata de grandes sumas de dinero, es necesario valorar cuidadosamente la fiabilidad de la empresa en cuestión. Esta práctica siempre ha sido aconsejable, pero a raíz de la crisis económica, el control de la solvencia de clientes y proveedores se ha convertido en algo prácticamente obligatorio, para asegurarse de no correr riesgos, que podrían poner en peligro a empresas que, por lo demás, están perfectamente saneadas.

Quienes no prestan atención a la solvencia de las empresas clientes corren el riesgo real de no recibir el pago por sus productos o servicios en los plazos acordados, por supuesto, también se pueden presentar argumentos similares sobre la solvencia de socios y proveedores.


¿Cómo saber si una empresa es fiable o si está en concurso de acreedores?

Para no correr riesgos innecesarios, es aconsejable valorar la fiabilidad y, por tanto, la solvencia de las empresas con las que se pretende hacer negocios. Sin embargo, en muchos casos no es posible exigir a los clientes una copia de sus balances o un resumen de su situación contable, si no es al precio de parecer excesivamente sospechosos. Entonces, ¿cómo se puede actuar con discreción para asegurarse de que una empresa es digna de confianza?

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1) Comprobar en el Registro Público Concursal

En el Registro Público Concursal, podemos encontrar información sobre si una empresa está en concurso de acreedores, es la fuente más fiable y en él encontraremos detalles acerca de las empresas en concurso de acreedores o que estén en plena negociación de sus pasivos por alguno de los mecanismos de la Ley concursal.

2) Consultar en el B.O.E (Boletín Oficial del Estado)

Los autos judiciales de declaración de concurso se publican en el B.O.E., entonces tenemos libre acceso para acudir a la sección IV del citado boletín referente a la Administración de Justicia donde encontraremos una nota breve del edicto que incluirá:

  • Juzgado que lo decreta
  • Fecha del Auto
  • Número de Autos del procedimiento
  • Persona concursada, NIF y domicilio
  • Designación de administración concursal y sus facultades

3) Consulta en el B.O.R.M.E. (Boletín Oficial del Registro Mercantil)

De la misma forma en el Registro Mercantil se anota esta situación en el folio de la sociedad concursada y se pública mediante anuncio en el B.O.R.M.E.

4) Pide certificados de solvencia

Estos certificados se pueden obtener a través de entidades financieras, las cuales declararán a la fecha de emisión que dichas mercantiles están al corriente de sus pagos y que no tienen constancia de incidencia en el Registro.

Los bancos vigilan constantemente el BOE, para estar al día de la publicación de los concursos, a efectos de personarse y comunicar sus créditos. Si tienen conocimiento de esta situación no emitirán dichos certificados.

5) Accede a las bases de datos

Finalmente, el entorno digital que se ha desarrollado en los últimos años ha permitido, a diferentes empresas dedicadas a la vigilancia de bases de datos de información comercial y morosidad, recopilar y analizar los macrodatos de las publicaciones en el B.O.E., para así elaborar listados de empresas en concurso de acreedores.

En cualquier caso, toda información concursal que obtengamos en relación a una empresa, sea cual sea la fuente de su procedencia, tendremos que contrastarla con los datos del B.O.E., ya que se trata de la fuente oficial y originaria.