Obtener financiación es un hándicap con el que muchas empresas y sobretodo pymes tienen que lidiar más de una vez durante su existencia. Acceder a financiación bancaria, sobretodo si se encuentra en las primeras fases de su existencia, resulta dificultoso para cualquier empresa. Para salir del escollo de obtener financiación existen una sociedades sin ánimo de lucro denominadas Sociedades de Garantía Recíproca. Las sociedades de garantía recíproca (SGR) son entidades financieras sin ánimo de lucro, reguladas por el Banco de España. Cada una tiene un ámbito de actuación claramente diferenciado (por ejemplo por sectores, por zonas geográficas…) y su objetivo principal es que las pequeñas y medianas empresas pueden acceder a financiación cuando acuden a una entidad bancaria.


Cómo funciona una SGR

Se puede obtener un aval de una Sociedad de Garantía Recíproca si se es una PYME y se es socio partícipe de la SGR de la cual se quiere obtener un aval. Cada Sociedad de Garantía Recíproca define en sus estatutos los criterios obligatorios para ser socio de la misma, aunque lo más habitual y común es que la empresa interesada adquiera tantas participaciones de la sociedad equivalentes al aval que la SGR presentaría para ella en el banco. Las sociedades de garantía recíproca aparecieron por primera vez en España en 1978 y se modificó su regulación 10 años después, en 1988. Para crear una SGR esta debe estar autorizada por el Ministerio de Economía, por el banco de España y por la comunidad autónoma donde la sociedad vaya a establecer su domicilio social.

Cómo solicitar el aval de una SGR

Cualquier autónomo o empresario que necesite un aval de una SGR para acceder a financiación bancaria puede acceder de forma telemática al portal Con Aval Sí, una plataforma que reúne las mejores SGR’s de diferentes sectores. Para conseguir el aval de una SGR se debe ser socio de la misma y cumplir las exigencias que la sociedad marque en sus estatutos. Además la plataforma permite la obtención del aval de forma telemática.


Dos tipos de avales: financieros y técnicos

Existen dos tipo de avales, los avales financieros y los avales técnicos.

Avales financieros

Son lo que se utilizan para garantizar la financiación procedente de distintas vías, como pueden ser entidades bancarias y de crédito o entidades y administraciones públicas. Es decir, son los avales que se necesitan a la hora de pedir financiación económica (créditos, préstamos subvenciones…)

Avales técnicos

Por otro lado los avales técnicos se presentan garantías no económicas pero que están relacionadas con la actividad de la empresa. Estos sirven para garantizar un nivel mínimo de suministro, producción etcétera.

Noticia Original en CincoDías