El sistema de banca en la sombra es un término usado para el conjunto de intermediarios financieros no bancarios que prestan servicios similares a los de los bancos comerciales tradicionales pero fuera de las regulaciones bancarias normales. Es decir, se trata de todos aquellos productos bancarios y operaciones financieras, que por su complejidad son muy difíciles de tasar con un impuesto o ni siquiera el impuesto para ellas ha sido diseñado. Muchos en la industria de servicios financieros encuentran esta frase ofensiva y prefieren el eufemismo «finanzas basadas en el mercado».

La banca en la sombra ha crecido en importancia hasta competir con la banca de depósito tradicional, y fue un factor fundamental en la crisis de las hipotecas subprime de 2007-2008 y la recesión mundial que siguió.

shadow banking


Qué productos y entidades se consideran “shadow”

Muchas veces se dice que la banca en la sombra incluye sólo a bancos, pero realmente existen muchos tipos de entidades financieras que operan con productos tan complejos que no están regulados ni tasados. Algunos ejemplos son los siguientes:

  1. Los fondos de inversión libre
  2. Los fondos del mercado monetario
  3. Los instrumentos de inversión estructurados (SIV)
  4. Los fondos de inversión crediticia
  5. Los fondos de inversión de crédito
  6. Los fondos de inversión privados
  7. Los fondos de inversión de valores
  8. Los corredores de valores
  9. Los proveedores de seguros de crédito
  10. Las empresas de capital-riesgo
  11. Las empresas de titularización
  12. Las empresas de financiación

El papel del shadow banking en la economía

De igual forma que los bancos tradicionales, los bancos en la sombra proporcionan crédito y, en general, aumentan la liquidez del sector financiero. Sin embargo, a diferencia de sus competidores más regulados, carecen de acceso a la financiación de los bancos centrales o a redes de seguridad tales como seguros de depósitos y garantías de deuda. A diferencia de los bancos tradicionales, los bancos en la sombra no aceptan depósitos. En cambio, dependen de la financiación a corto plazo proporcionada ya sea por pagarés respaldados por activos o por el mercado de recompra, en el que los prestatarios ofrecen, en esencia, una fianza como garantía de un préstamo en efectivo, a través del mecanismo de venta de la fianza a un prestamista y de su recompra en un momento acordado en el futuro a un precio acordado. Esto es lo que se conoce como el “mercado de futuros”.


Intentos por regular el sector

Las recomendaciones para los líderes del G20 sobre la regulación de los bancos en la sombra debían estar finalizadas a finales de 2012, y lamentablemente seguimos igual que hace siete años. El Fondo Monetario Internacional sugirió ya en ese año que las dos prioridades de la política económica de los países del G20 deberían ser reducir los efectos indirectos del sistema bancario paralelo (el shadow banking) sobre el sistema bancario tradicional y reducir la prociclicidad y el riesgo sistémico dentro del propio sistema bancario en la sombra, de cara a evitar crisis y quiebras económicas de la magnitud de la 2008-2009.