LEASING PARA AUTÓNOMOS

Consideraciones básicas sobre el leasing para autónomos

En el entorno actual, en un mundo cambiante, cada vez más líquido y donde los bienes cada vez son menos duraderos, tienen  menos valor y lo que importa es su experiencia y capacidad de uso, poseer un bien mediante su adquisición con una compra tradicional cada vez carece más de sentido. En la actualidad, prima mucho más el uso y disfrute del bien que no la posesión del mismo.

En realidad, poco importa tener la propiedad del bien en cuestión, lo que importa es tener el mejor uso posible del mismo y tener el disfrute de este en las mejores cuando se precisa.  Además, por supuesto, el leasing para autónomos supone poder liberar recursos propios para poder ser invertidos en otras áreas de interés para el desarrollo de la actividad del autónomo.

Todo lo anterior ya pueden ser considerados elementos más que suficientes para validar la idoneidad para la adquisición de bienes por parte del profesional autónomo, pero además cabe añadir un aspecto muy importante para los autónomos, un aspecto en muchas ocasiones determinante para elegir una de estas opciones: las importantes ventajas fiscales y contables que el leasing para autónomos supone.

Detalle de las ventajas del leasing para autónomos

En los anteriores párrafos se han realizado las consideraciones básicas de lo que supone el leasing para autónomos, se ha realizado un acercamiento a sus principales puntos fuertes y se ha realizado una pequeña introducción a las ventajas del leasing para autónomos, en las siguientes líneas se verán estas ventajas un poco más en detalle.

En primer lugar, es muy importante de destacar la liberación de recursos que supone para la actividad del autónomo el leasing para autónomos:

Póngase un ejemplo práctico y claro: un autónomo desea disponer de un vehículo, si lo adquiere bajo una modalidad de compra tradicional tendrá que desembolsar su importe por completo (incluso, posiblemente debiéndolo financiar), dispondrá del bien pero tendrá o bien que haber invertido ese importante capital y no podrá destinarlo a otras cosas o bien si lo ha financiado soportará el coste de la financiación y cuando lo haya terminado de pagar ese coche será viejo, no le servirá para nada y tendrá poco o ningún valor. Por el contrario, si la operación se ha realizado mediante un leasing para autónomos deberá disponer de menos recursos propios, pagará sólo una cuota mensual y al finalizar el acuerdo de leasing podrá decidir por abonar una cantidad residual y hacerse con la propiedad del vehículo o bien disponer de otro acuerdo de leasing para autónomos volviendo a empezar el ciclo con un coche nuevo o ampliando el leasing del mismo vehículo.

Y, todo lo anterior, con una doble ventaja esencial para el autónomo: una fiscal y una contable. El leasing para autónomos al ser considerado un arrendamiento financiero permite desgravarse fiscalmente la totalidad de las cuotas abonadas, y a nivel contable permite aplicarse la amortización acelerada.

Ventajas adicionales del leasing para autónomos

Las anteriores pueden considerarse las ventajas principales del leasing para autónomos, pero no son las únicas. Y no son las únicas pues estas ventajas principales mencionadas llevan aparejadas un conjunto de ventajas que se podrían denominar como complementarias pero no por ello menos importantes o carentes de relevancia. Algunas de estas ventajas del leasing para autónomos asociadas pueden ser las siguientes:

Tal y como ya se ha visto, el leasing para autónomos es considerado como un arrendamiento financiero y ello, entre otras consideraciones, supone que no suman riesgo financiero al perfil del autónomo a todos los efectos crediticios.

Otra de dichas ventajas asociadas se encuentra en el mismo hecho de pagar siempre la misma cuota. Ello supone poder planificar mejor los gastos a los que se deberá hacer frente y minimizar el riesgo de sobresaltos por costes imprevistos.

Desventajas del leasing para autónomos

Por supuesto, del mismo modo que el leasing para autónomos tiene sus grandes ventajas también cuenta con alguna desventaja. Y si bien las mismas no son destacables conviene conocerlas para poder determinar si según el perfil de autónomo que se sea interesa o no contratar un leasing para autónomos:

Quizá la desventaja objetiva más destacable sea el coste que dentro de las cuotas va aparejado. Obviamente, esto no es nada que no exista en un préstamo personal al uso u otros, pero sin duda asumir que el pago diferido en cuotas supone -visto meramente desde el punto de vista de suma y resta económica- una cifra más elevada que pagar al contado. Es más costoso, eso es innegable, pero también cabe añadir que a cambio existen todas las ventajas de no elevado desembolso ideal y las muchas otras que ya se han venido desgranando en este artículo.

Y luego existe otra cuestión que en realidad no es una desventaja objetiva ni mucho menos, pues es absolutamente subjetiva y que está situada en la esfera personal de las personas. Es un tema más de percepción cultural que una realidad objetiva (pues números y ventajas en menos resulta claro que el leasing para autónomos) ganar por goleada. Este aspecto no es otro que la importancia que aún muchas personas le dan al concepto de propiedad.

Detallando un poco más lo anterior cabe decir que aún existen muchas personas que siguen vinculadas a la mentalidad y formas de hacer del siglo pasado, no desean legítimamente ni les gusta también legítimamente estudiar estas nuevas posibilidades y se aferran a la importancia de ser propietarios del bien y no al uso y disfrute el mismo.

Evidentemente, la visión anterior sobre la compra o el leasing para autónomos es tan válida y legítima como otra y para estas personas el leasing para autónomos no será tan deseable como comprar el bien, eso sí sin tener presente que comprarlo al contado significa comprar un bien realizando una importante inversión que quedará obsoleta y supondrá un mantenimiento fijo inexorable, y sin tener presente que aun y cuando lo compren si financiar en realidad hasta que no terminen el pago del préstamos en realidad el bien no será de ellos (y entonces ya no tendrá ningún valor)