Cómo vender una empresa de forma fácil y eficaz

Vender una empresa no resulta tarea simple de buenas a primeras, especialmente si no estás habituado a este tipo de operaciones o si es la primera vez que lo haces. Si te encuentras ante la situación de querer vender tu negocio, has llegado al sitio indicado. En este post te contamos todo lo que debes saber para poder hacerlo de forma fácil y eficaz.

¿Por qué se venden las empresas?

Aunque la posibilidad de tener un negocio propio puede presentar ciertas ventajas, a veces no todo es tan bonito como parece. Y es que emprender puede proporcionarnos grandes ventajas pero, a su vez, precisa de esfuerzos y superación diaria.

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Por ello, a menudo existen personas que optan por vender su negocio, basándose en alguno de estos motivos usualmente:

• Liquidez: necesitar liquidez es uno de los principales motivos por los que vender una empresa. A veces nos encontramos ante la problemática de cubrir una necesidad imprevista y debemos recurrir a esta opción.
• Cambio de actividad: otro de los motivos por los que se suele vender un negocio es el de querer cambiar de actividad.
• Endeudamiento: en aquellos casos en los que nuestro negocio no prospera como habíamos imaginado, puede que hayamos llegado a un nivel de endeudamiento extremadamente elevado y, consecuentemente, vender la empresa sea la única opción.
• Desacuerdos: en aquellas empresas en las que hay diversos socios a partes iguales, puede que surjan conflictos posteriores que bloqueen la sociedad y se opte por la venta.

Como es lógico, algunas de estas situaciones tienen otras soluciones alternativas a la venta de la empresa.

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Pasos a seguir para vender una empresa

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Cuando queremos vender una empresa, debemos seguir una serie de pasos de forma estricta para que el resultado sea óptimo y el proceso eficaz.

Analizar si es el momento adecuado

Este punto es imprescindible para que la venta se realice con total éxito, y es probable que antes de vender debamos realizar cambios estructurales o legales para que la venta sea más rentable. De hecho, muchos consideran que sin este paso, así como el de mejorar algunas métricas de la compañía, la venta pueda alargarse sustancialmente.

Fijación del precio

Cuando hemos establecido cuál es el momento adecuado para vender la empresa, deberemos fijar un precio mínimo y un máximo razonable. Para determinar cuál debe ser, es necesario analizar la situación del sector en el que opera la compañía, así como valorar la empresa en sí.

Buscar un comprador

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Aunque parece sencillo, se trata de uno de los pasos más complicados. Y es que aunque conozcamos bien nuestros clientes y la competencia, no tenemos porqué saber cómo buscar un comprador para nuestra empresa sin asumir ciertos riesgos. Por ello, lo mejor que puedes hacer es contratar los servicios de una empresa externa que tenga larga experiencia en la valoración de empresas. De esta forma, esta organización buscará el comprador y se encargará de negociar para que obtengas beneficios siempre actuando desde la confidencialidad. Este punto es de vital importancia, ya que en caso de no respetarlo, nuestros clientes actuales sabrán que vamos a vender nuestro negocio y optarán por buscar otros proveedores.

Como hemos indicado, este punto es uno de los más complejos que deberemos llevar a cabo y el que más tiempo supondrá. Para que puedas hacerte una idea, podemos decir que existen dos tipos de compradores o inversores potenciales:

1. Inversores financieros: los inversores financieros hacen referencia a los fondos de inversión como capital riesgo o private equity, entre otros. En otras palabras, fuentes de inversión alternativas a las tradicionales. La principal ventaja de este primer grupo es que suele disponer de los recursos financieros necesarios para poder hacer frente a la compra de la empresa. No obstante, exigirán una alta tasa de rentabilidad para el proyecto.
2. Compradores industriales: se trata de empresas que pertenecen al mismo sector o a un sector afín, y que buscan comprar una empresa con el fin de conseguir sinergias. Lo usual es que busquen entrar en un país o mercado, por lo que optan por comprar una empresa que ya esté en el mismo para hacerlo de forma más rápida. Puede también que el motivo de la compra sea para complementar y/o diversificar sus actividades.

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Negociaciones de venta

Una vez encontrado un comprador o compradores potenciales, es momento de iniciar las negociaciones. Como hemos mencionado en el punto anterior, es importante elaborar una carta de confidencialidad junto con el envío de información básica. En este punto es importante que tengas en cuenta que existen diferentes estrategias de negociación, pero la clave reside en saber exactamente el valor de la empresa para que el proceso tenga éxito, ya que el comprador intentará pagar lo menos posible.

Tomar decisiones sin presión

En medio del proceso de negociación, es importante que te tomes tu tiempo para tomar las decisiones pertinentes, ya que de lo contrario, podrías caer en errores o decisiones precipitadas que afectarían al futuro de la empresa. Por ello, es importante contar con una empresa profesional que te ayude a llevar a cabo todos estos trámites, y que evite que tengas que preocuparte por cuestiones innecesarias. Lo mejor es dejar la empresa en manos de un profesional de confianza para que lleve la venta a buen puerto. Hablamos de profesionales expertos en compraventa de empresas, que contribuyan a aumentar de forma sustancial las posibilidades de venta, consiguiendo además un precio mucho más elevado.

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