Reino Unido ya hablado y su salida de la Unión Europea se ha convertido en una realidad tras el recuento de votaciones de esta mañana. Según los datos facilitados, el 52 % de los integrantes de Reino Unido (lo que supone aproximadamente 1.269.000 votos a favor del Brexit, ha votado que sí a la salida de la Unión Europea. En primera comparecencia ante los medios de comunicación, el primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado su dimisión tras este resultado. Cameron ha hecho público que dejará su puesto el próximo mes de octubre ya que no se considera el capitán adecuado para dirigir el país hacia su próximo destino.

De esta manera, Reino Unido se convertiría en el primer miembro de la Unión Europea que abandona su seno ante diferencias irreconciliables. No es de extrañar por tanto que Bruselas se encuentre desde hace ya varios días estudiando minucisoamente la letra pequeña del artículo 50 del tratado de la Unión Europea, compuesto por unos escasos 6 párrafos, y que es el único que contempla la posible salida de un estado miembro. Según este artículo, la UE dispone de un total de 2 años prorrogables para pactar la separación, la cual no requiere de una unanimidad por parte del resto de los miembros que la componen.

A pesar de que esta opción está contemplada en los tratados de la Unión Europea, al tratarse de una situación nunca antes vista desde su creación, serán necesarias altas dosis de creatividad, tanto por parte de las instituciones europeas como del Reino Unido, para poder llevar a cabo este inminente “divorcio”. Los pasos que se marcan para poder iniciar el Brexit son los siguientes:

  • Periodo de negociación. Tras la aprobación del Brexit, es el momento de comenzar con el proceso de negociación en el cual o bien la Comisión Europea o bien Federica Mogherini, representante para la Política Exterior, tendrán que encargarse de llegar a un acuerdo sobre las condiciones de salida de Reino Unido. El plazo marcado para dicha negociación es de dos años con posibilidad de prórroga si así lo desean los miembros de la UE, de los cuales ya estaría excluido Reino Unido.

Los 27 miembros que continúan formando parte de la UE tendrán que llegar a un acuerdo sobre esta salida, la cual se aprobará por mayoría y previa aceptación del Parlamento Europeo y por supuesto la conformidad por parte de Reino Unido que será la otra parte firmante.

  • Temas a tratar. Aunque durante este periodo de negociación se comience a planear la futura relación entre los miembros de la UE y Reino Unido, lo cierto es que estos dos años únicamente se utilizarán para ver cómo llevar a cabo el “divorcio” entre ambas partes y no para construir un nuevo marco para las futuras relaciones. Hay que pensar, que a no ser que se habilite un mecanismo extraordinario, Reino Unido quedaría plenamente excluido de los más de 50 acuerdos comerciales que la UE mantiene con terceros. Crear este nuevo marco para las relaciones puede implicar muchos años de demora.
  • Posible salida con condiciones poco adecuadas. Si Londres trata de adaptar el proceso a sus propios intereses una vez aprobado el Brexit, por ejemplo, desvinculándose inmediatamente de la libre circulación de personas, aunque todavía manteniendo el mercado único de productos y servicios que le atañe por ser parte de la UE, lo más probable es los 27 miembros que la conforman se encargaran de elegir una fecha inmediata para la expulsión de Reino Unido.