Conseguir financiación para nuestro proyecto empresarial a veces puede resultar muy duro. Existen distintas alternativas a las que podemos acudir. Como por ejemplo la financiación por deuda (Si quieres saber En qué consiste la financiación por deuda para empresas no dejes de leer el siguiente post). Sin embargo hay otras alternativas financieras que pueden resultarnos muy interesantes. Hablamos de financiar una empresa con recursos propios. En este artículo los expertos de Financiación para Empresas te van a explicar al detalle en qué consiste este tipo de producto y en qué momentos puede ser interesante que lo apliques en tu negocio. ¿Te gustaría saber más al respecto? En ese caso, continúa leyendo esta post.
Financiar una empresa con recursos propios
El probable que no sepas con exactitud a qué nos referimos cuando hablamos de financiar una empresa con recursos propios. Pues bien, los recursos propios estarían formados por el capital que la empresa tiene permanentemente invertido en sí misma.
Las vías de financiación por recursos propios serían en total 3:
- Los propios socios o inversores de la compañía.
- El capital riesgo.
- La posible salida a Bolsa.
Veamos cada una de estas variantes por separado.
Los propios socios e inversores de la compañía
No hay que olvidar que el alma de una compañía son sus propios socios e inversores. Estas figuras son las que se encargan, sobre todo en los primeros años de una empresa, de poner el capital necesario para que esta pueda crecer y expandirse.
En el caso de los socios hemos de tener presente que estos obtienen retribuciones por su colaboración que se convierten en ingresos cuando hay beneficios. Además también pueden vender sus propias acciones o participaciones y convertir ese capital en dinero para invertir en la empresa con recursos propios.
El capital riesgo
Este tipo de instrumento financiero es otro de los métodos de financiación por recursos propios. En este caso se cuenta con la participación de forma temporal de una empresa de capital riesgo. Estas compañías normalmente se encargan de ofrecer financiación durante las fases de desarrollo o crecimiento que más riesgo implican.
A cambio se convierten de forma temporal en propietarios del activo de la compañía. El objetivo de acudir al capital riesgo es obtener ayuda económica en un momento dado de la expansión crecimiento de la empresa. Esta, gracias a este aporte financiero crece en valor y en madurez. Una vez supera el periodo más complicado la empresa de capital riesgo se retira con un beneficio alto.
Las compañías de capital solo apuestan por aquellas compañías sobre las que creen que van a conseguir un retorno de la inversión.
Salida a Bolsa
Otra de las opciones para financiar una empresa con recursos propios es la salida a Bolsa. Sin embargo esta opción solo está al alcance de grandes compañías cuyo capital supera el millón de euros.
No obstante cotizar en Bolsa es un método muy interesante para conseguir ampliar el capital con desembolso. Además es una opción que permite ofrecer liquidez a los accionistas, en caso de que apostemos por una oferta de venta pública.
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