Si te estás planteando crear una empresa en España una de las principales cuestiones que debes conocer son los impuestos que pagan las empresas actualmente. Las obligaciones en el sistema tributario español cambian en función de la comunidad autónoma y los Presupuestos Generales del Estado. 

¿Qué tipo de impuestos paga una empresa española?

Existen dos tipos de impuestos destinados a gravar a las empresas: los directos e indirectos. Los impuestos directos son aquellos que se pagan en función de lo que ha ingresado. Y los impuestos indirectos son aquellos que dependen del uso que se hace con esos ingresos. 

Más allá de estas dos tipologías, existen otras clasificaciones en función de la distribución u organización territorial.  

  • Estatales: IVA, IS, IAE.
  • Autonómicos: cambian según la región 
  • Locales:  tasas, contribuciones e impuestos.

Dentro de la categoría indirecto y directo hay que tener en cuenta el ámbito territorial.  Los principales impuestos territoriales que gravan las empresas :

  • Impuestos directos estatales: IRPF e IS.
  • Impuestos indirectos estatales: IVA; aduanas e impuestos especiales de gestión estatal.
  • Impuestos directos de las comunidades autónomas: sucesiones y donaciones.
  • Impuestos indirectos de las comunidades autónomas: transmisiones y actos jurídicos documentados; gestión autonómica.
  • Impuestos directos locales: IAE, IBI,  IVTM, construcciones y obras.
  • Impuestos indirectos locales: incremento de valor de bienes de naturaleza urbana; tasas y licencias.

Impuestos estatales

Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE)

El IAE grava la actividad económica de los ciudadanos y empresas. Afecta tanto a trabajadores por cuenta propia como a asalariados o empresas. Este impuesto se paga anualmente siempre y cuando el negocio tenga unos ingresos superiores al millón de euros. 

Impuesto de Sociedades (IS)

Todas las empresas que tienen la sede social en España deben pagar el impuesto de Sociedades ya que es un impuesto directo que hipoteca la renta de todas las sociedades o entidades jurídicas que estén en el país. 

Impuesto sobre el valor añadido (IVA)

Se aplica tanto a ciudadanos como a empresas ya que regula el consumo de bienes y servicios

Impuestos regionales 

Regionalmente, los impuestos que se deben pagar a parte del IAE giran en torno a estos cuatro grupos: IBI, tasas municipales,  impuesto sobre vehículos de empresa. 

Impuestos especiales y medioambientales 

Este impuesto regula el gravamen de la importación, fabricación y/o desarrollo en España de determinadas actividades y la matriculación de determinados puestos de transporte. Existen también los impuestos medioambientales que regulan aspectos como el valor de la extracción de gas, petróleo…

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas 

Pese a que se asocia el IRPF con las personas físicas, las empresas y autónomos retienen en sus facturas un 15% y lo declaran durante los dos primeros años. 

Cotización a la Seguridad Social 

Las cotizaciones a la Seguridad Social representan un alto porcentaje de lo que una empresa destina al pago de sus impuestos generales.

Una vez se tienen claro los diferentes tipos de impuesto que existe hay que informarse sobre las nuevas reglas en el terreno fiscal ya que Los Presupuestos Generales del Estado van cambiando algunos aspectos sobre los impuestos que deben pagar las empresas y autónomos. 

¿Cuáles son las principales novedades? 

Hay una subida de los ingresos por IRPF (6,7%), hasta 100.132 millones de euros; por IVA (9,5%), hasta 75.651 millones; por Sociedades (11,8%), hasta 24.477 millones y por Impuestos Especiales (8,2%), hasta 21.843 millones.

La novedad más importante es que habrá una tributación mínima para las sociedades que facturen al menos 20 millones de euros, para bancos y petroleras

Habrá una  fijación de un tipo mínimo del 15% para las sociedades que facturen al menos 20 millones de euros. Este mínimo se aplicará en aquellas empresas que tributen en el régimen de consolidación fiscal.

Las entidades de nueva creación tendrán una cuota líquida mínima del 10% y los bancos y las petroleras tendrán que hacerlo con un tipo mínimo del 18%.

En el caso de las cooperativas, la cuota líquida mínima no podrá ser inferior al resultado de aplicar el 60% a la cuota íntegra.

  • Impulso a los planes de pensiones de empresa

Uno de los principales objetivos es priorizar los planes de pensiones de las empresas por encima de los personales.

  • Tipo mínimo del 15% para las grandes empresas

Se ha creado un tipo mínimo del 15% en el impuesto sobre sociedades para las empresas que facturen más de 20 millones de euros con el fin de evitar que se atraigan compañías únicamente por ofrecer una tributación cada vez más baja.

  • Favorecer el emprendimiento con la ley de ‘startups’

En el último año se han introducido medidas para favorecer la creación de empresas. Se ha aumentado también la deducción por invertir en nuevas compañías, del 30% actual al 50%

  • Menos impuestos para las nuevas empresas

Para impulsar la creación de empresas, se ha empezado a hacer una reducción del 15% al 10% de la tributación mínima exigida en el impuesto sobre sociedades a las organizaciones de nueva creación.

Además se ha modificado el sistema de multas por pasarse el plazo de pago de los impuestos. El cambio que se ha hecho ha sido rebajar el importe de los recargos. En algunos casos es posible que ni se llegue a solicitar el recargo. Con estas reformas se pretende promover la regulación de los tributos atrasados con los pagos.