Uruguay, Estados Unidos, Canadá, Holanda… cada vez más países legalizan el cannabis y sus productos derivados, que podría pasar en pocos años de ser una droga a ser considerado producto de consumo. Pero ¿qué números mueve el cannabis y cuál es su potencial de crecimiento real?


 

Cannabis, un negocio al alza

El cannabis y sus productos derivados son las drogas más consumidas del mundo. Aunque el cannabis todavía se encuentra incluído en la lista de sustancias prohibidas en casi todos los países del mundo, se están abriendo las primeras barreras que dan paso a la regulación de su cultivo, uso, comercialización y distribución. Varias estimaciones realizadas en los últimos años asignan al mercado (legal) del cannabis una valoración de 45.000 millones de euros en 2026, según la consultora Cowen&Co.

Estados Unidos

Actualmente en EEUU el cannabis es el legal en 30 de los 50 estados, ya sea en forma medicinal como recreativa. El más sonado ha sido la legalización en California del cultivo, consumo y venta de cannabis, con una industria cannabica y de venta de productos relacionados plenamente desarrollada.

Canadá

El país vecino, Canadá, ha sido el último en sumarse a la legalización del cannabis, puesta en marcha en octubre del 2018. Además Canadá es el primero del G-7 que liberaliza cualquier uso de la planta. El Parlamento canadiense argumentó la decisión tomada con varios objetivos en mente:

  1. Restringir el mercado ilegal
  2. Establecer medidas de control, calidad y seguridad
  3. Aliviar la carga para el sistema judicial y penitenciario.

Un estudio de la consultora Deloitte (Cannabis Report 2018) subraya el impacto en el ámbito terapéutico y cree que en ese país “el consumo de cannabis se convertirá en una actividad normal mucho más rápido que lo que había previsto la mayoría. Hay un fuerte deseo de impulsar la innovación y el emprendimiento en el país y de demostrar al mundo que una industria bien regulada y profesionalizada puede representar una contribución positiva a la economía nacional”.

Uruguay

Con anterioridad a los norteamericanos y canadienses, el estado que dio el paso más decidido hacia la apertura y la legalización del cannabis fue Uruguay, que ya en 2013 aprobó la normativa que permitía el uso terapéutico y las tres formas oficiales de compra de marihuana previa inscripción en un registro estatal. Estas tres formas eran:

  1. El cultivo doméstico
  2. Los clubes sociales
  3. La compra en farmacias

Próximamente: Luxemburgo, México, Nueva Zelanda y Nueva York

Todos estos países tienen propuestas encima de la mesa que pretenden legalizar o al menos despenalizar el uso de la marihuana. El caso más sonado de todos es el de Luxemburgo, que si todo sigue el curso de acontecimientos que se prevé, legalizará la sustancia en otro país del corazón de Europa, uno de los mercados más grandes a nivel mundial en cuanto a demandantes de cannabis.