Cada vez es más imprescindibles la financiación para empresas, sobre todo para pymes, para permitir que la economía española siga avanzando en la dirección adecuada. Y no es cosa de broma, sobre todo tras el reciente estudio realizado por la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (Cesgar) que estima que más de 850.000 puestos de trabajo en España dependen hoy en día de la financiación para empresas. De hecho, según dicho informe, si alrededor de 150.000 empresas logran financiación para sus proyectos a lo largo de 2016, se estima que esto generará unos 450.000 nuevos puestos de trabajo durante los próximos 3 años. A esta cifra tan atractiva habría que sumar otros 404.000 que podrían mantenerse a través de préstamos.

Pero este informe también señala una realidad muy evidente y no tan halagüeña como la de las cifras que acabamos de ver. Según la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca, más de 200.000 pymes no lograron obtener la financiación necesaria para seguir con sus proyectos durante el año pasado. Además, más del 30 % de las pequeñas empresas españolas tuvieron que recurrir a créditos durante los primeros meses del año para poder seguir en activo. Si estudiamos estos datos resulta muy curioso que uno de los principales nichos capaz de generar nuevos empleos está prácticamente vetado a causa de la dificultad que estas empresas encuentran para lograr financiación.

No hay que olvidar que desde el estallido de la crisis en 2008 la concesión de créditos por parte de los bancos, tanto para empresas como a nivel particular, se ha convertido en un hecho prácticamente inexistente. Fue precisamente esta situación lo que condicionó la aparición de fintech y prestamistas particulares que se han encargado durante estos años de mover la economía española confiando en nuevas empresas. Ante esta situación, los bancos están intentando remontar su posición inicial y volver a convertirse en espacios en los que obtener financiación para empresas y particulares. De hecho, hoy en día, tanto autónomos como empresarios siguen recurriendo a los bancos para solicitar préstamos muy elevados. No obstante, tener una antigüedad, un alto nivel de facturación o la falta de garantías de terceros, siguen siendo condiciones sine qua non para poder optar a un préstamo elevado en cualquier entidad financiera.

A pesar de ello, la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca ofrece una lectura muy positiva de los datos estudiados, ya que más del 10 % de las empresas han logrado acceder a un préstamo bancario y el 92 % de las pymes que necesitaron recurrir a financiación obtuvieron el 100 % de lo que necesitaban para seguir adelante con sus proyectos. Situación que no se habría podido obtener sin la aparición de las fintech, cuya situación se está regulando legalmente durante este mes en España.

Poco a poco, sin duda nuestro panorama económico está cambiando gracias a las aportaciones al sistema de las fintech, el crowdfunding o los inversores privados tipo venture capital o business angels. Estas nuevas posibilidades han abierto un nuevo campo en la financiación para empresas que está obligando a realizar movimientos más atractivos por parte de los bancos. No hay que olvidar que tan solo las venture capital han invertido alrededor de 4400 millones de euros a nivel mundial tan solo durante el inicio del año 2016, lo que supone un crecimiento del 90 % respecto a las inversiones realizadas durante el año anterior.