Las cooperativas son una de las formas societarias más comunes durante épocas de crisis. Aunque el tipo de sociedades que tenemos como más comunes son la sociedad limitada y el empresario autónomo, también existe un grupos de personas que se asocian a través de una cooperativa para llevar a cabo un proyecto empresarial.

En nuestro país existen ya bastantes ejemplos de empresas que funcionan como cooperativa y qué se desempeñan de forma notable en su sector, cómo puede ser la cooperativa de Supermercados Consum o la cooperativa agroalimentaria Área de Guissona.


Competitividad asegurada

Una empresa cooperativa puede ser igual de competitiva qué empresas que operan bajo otras formas societarias. De hecho, la ley que regula las cooperativas implica que en algunos aspectos sean mucho más seguras que otras formas societarias, agregando un plus de estabilidad al proyecto. Por ejemplo, la ley marca que las cooperativas deben reservar para imprevistos y para compensación de perdidas de años anteriores hasta un 30% de las ganancias, lo que asegura que el proyecto se pueda autofinanciar a largo plazo de forma mucho más efectiva a como lo haría otro tipo de forma societaria.


Una opción para desempleados

ventajas de las cooperativas

Las cooperativas crecen en aquellos momentos donde se viven momentos económicos convulsos. Según algunos estudios, las cooperativas también son una salida para personas que se encuentran en desempleo, no disponen de ahorros para lanzar su propio proyecto pero están firmemente decididos a iniciar o poner en marcha una idea.

Otras ventajas que hacen que muchos pequeños emprendedores se decidan alrededor de una cooperativa son la exención en los gastos de registro e impuesto sobre la renta, gozando de menos carga fiscal que otros tipos societarios. Sin embargo, la gran ventaja que hace que muchos emprendedores con pocos recursos se decidan por una cooperativa como forma societaria es que el capital social de entrada puede ser variable y estar fijado por aquello que digan los estatutos de la propia cooperativa.

Por ejemplo, en otras formas societarias cómo puede ser la sociedad limitada, el capital mínimo debe ser de 3.000 €, cuando en cambio en una cooperativa son los propios socios quiénes fijan el capital mínimo para entrar en la misma.


Viabilidad a largo plazo

ventajas de la cooperativas

La cooperativa, gracias a su toma de decisiones de forma totalmente democrática, a los programas de financiación que tienen a su disposición, y a una gestión económica y financiera que implica no tomar muchos riesgos, son una de las formas societarias que más perduran en el tiempo.

Actualmente las cooperativas representan aproximadamente el 2% del PIB en Cataluña, lo que significa que forman parte inseparable del tejido industrial y económico catalán.